Joal Fadiouth y Final Feliz en el Delta del Salum y la Playa de Somone
Desde lejos, la isla tenía un aspecto encantador. El agua estaba en calma, las mujeres recogían berberechos, y unos señores muy simpáticos nos explicaban en la entrada que, si bien había que pagar una cantidad de dinero que no esperábamos, un guía local que chapurreaba español nos acompañaría y nos mostraría los mejores lugares para comer y dormir.